Yann Sommer

Yann Sommer, un héroe nacional

El portero de la selección suiza de fútbol, Yann Sommer, se ha convertido en el héroe de todo un país gracias a su sobresaliente desempeño en el partido de la Eurocopa 2020 contra Francia. Conozcamos mejor a este joven padre que es tan exitoso como modesto.

Si hoy se realizara una encuesta para elegir al suizo más popular, Yann Sommer tendría sin dudas la mayor cantidad de votos. Sus recientes hazañas lo convirtieron en un héroe nacional. Durante la Eurocopa, en junio de 2021, fue gracias a sus milagrosas atajadas que Suiza eliminó al favorito del campeonato, Francia, delante de todo un país en trance.

Yann Sommer

 

A principios de septiembre de 2021, durante las eliminatorias para el Mundial de Qatar, el oriundo de Basilea se convirtió en un muro infranqueable contra el actual campeón europeo, Italia, que tuvo que conformarse con un empate 0-0 a pesar de haber dominado el campo durante el partido. En las redes sociales lo cubrieron de elogios, entre cariñosos y humorísticos, que iban desde "Sommer presidente" hasta "Por una Avenida Sommer en todas las ciudades suizas".

Simpático como Federer

El historiador Dominique Dirlewanger, autor del libro “Los suizos”, no se sorprende y explica este fenómeno con una sonrisa: "En términos simbólicos, y viendo los logros de Sommer, hasta deberíamos ponerle su nombre a las puertas de entrada de las ciudades del país. No hay nada con más carga emocional que el papel del portero, el único y último bastión; esto hace que su atractivo sea aún más fuerte. Además, Sommer tiene un aire muy suizo, lo que hace que la gente se identifique mucho más con él. Es tan eficaz y simpático como modesto; se parece mucho a un tal Federer".

Los que lo conocen dicen que es difícil encontrarle un defecto. A los 32 años, Sommer es también el férreo guardameta del Borussia Mönchengladbach, uno de los principales clubes de Alemania, desde hace siete temporadas. Lejos de la ostentación superficial de algunos futbolistas, el hombre, que además es el favorito de la platea femenina, lleva una vida muy ordenada con su familia: Alina, una joven abogada alemana, y sus dos pequeñas hijas, Milla, de 2 años, y Nayla, que nació durante la Eurocopa. A diferencia de otros famosos, los hobbies del nativo de Basilea son cocinar y tocar la guitarra. Y como si todo esto fuera poco, los que lo conocen dicen que es tremendamente tranquilo y sencillo.

"¿Yann? Siempre me gustó mucho", dice Steve Von Bergen, nativo de Neuchâtel y su ex compañero en la selección nacional. "A pesar de su físico de playboy, nunca se roba el protagonismo. En el vestuario es un líder, pero siempre tranquilo y dice las cosas con claridad sin alterarse. Tiene una serenidad en su manera de ser que logra transmitir al equipo". Michel Pont, el ex entrenador asistente de la selección nacional, coincide: "Yann es realmente un gran tipo, un compañero de equipo ejemplar que reúne a las personas y está siempre de buen humor, pero sabe cómo hacerse oír cuando es necesario. Ama la competencia, tiene un fuerte deseo interno de derrotar al rival".

Poco después de la Eurocopa, Sommer dio una entrevista al periódico Blick y habló con su legendaria modestia sobre el fabuloso recorrido de la selección suiza hacia los cuartos de final y sus logros personales. Cuando se le preguntó sobre la victoria contra Francia cuando iban perdiendo 3-1 faltando solo diez minutos para terminar el encuentro, explicó: "Hubo un momento, en el campo, cuando todos nos miramos y nos dijimos que teníamos fe y que íbamos a dar todo lo que teníamos". Y todo ese sufrimiento se convirtió en momentos mágicos:

Nos sentimos muy conmovidos cuando vimos lo que sucedía en las calles. Es un sentimiento muy poderoso ver que todo un país está apoyándote.

En cuanto a su papel decisivo, siente que simplemente cumplió con su deber: "Como arquero, uno se concentra en el partido, no trato de brillar, simplemente hago mi trabajo".

Yann Sommer

 

El golden boy de la selección suiza, como se lo conoce, pasó los tres primeros años de su vida en Aclens, cerca de Morges, hasta que su familia se mudó a la región de Basilea. Desde los cuatro años, cuando comenzó la escuela de fútbol, jugó en la posición de arquero, tal como su padre y su tío habían hecho antes que él. "Tal vez fue una predisposición genética; desde mi primer entrenamiento, siempre quise estar en el arco. Quería atrapar la pelota; nací guardameta", dice con una sonrisa. De 2010 a 2014, antes de unirse a la prestigiosa Bundesliga, formó parte de la época dorada del FC Basilea, coronada con cuatro títulos de la liga suiza y resonantes victorias contra Bayern, Juventus y Manchester United.

Un David entre Goliats

Si bien la tendencia estos días es tener porteros que midan más de 1,90, como Neuer del Bayern y Courtois del Real Madrid, Sommer se destaca como la excepción – un David entre los Goliaths. Con su 1,81 de altura, logró convertir lo que supuestamente es un hándicap para su posición en una ventaja. "Comparado con otros porteros, Yann compensa su poca estatura con su visión del juego, su posicionamiento y su inteligencia", dice el ex arquero de la selección nacional Marco Pascolo de Valais. Joël Corminboeuf de Fribourg, que también jugó para la selección suiza en el arco, conoce muy bien a Sommer, ya que fue su entrenador en varios equipos juveniles. "Yann se anticipa, puede sentir lo que va a suceder. En los duelos uno a uno, como cuando el jugador italiano Berardi se acercó al área chica solo, Yann no se arroja hacia adelante; crea una barrera con su cuerpo y es muy rápido en el terreno. Cuando lo enfrentan, los delanteros muchas veces no encuentran la solución. Además, es un gran tipo, siempre ansioso por aprender, una persona muy agradable". Pont agrega: "¿Yann? Es un felino, muy ágil, con una elasticidad muscular increíble".

Yann Sommer
 © Wikimedia Commons

 

Otro de los fuertes de Sommer es que es tan habilidoso con los pies como con las manos: se desempeña como un jugador más en la cancha, algo cada vez más requerido de los arqueros de hoy. Puede arrojar la pelota desde la derecha y desde la izquierda con gran precisión, sin precipitarse. "Me gusta ser parte del juego, jugar un papel activo en el partido", dice. Su compañero Von Bergen agrega, divertido: "En el entrenamiento es una sorpresa cuando te das cuenta de que el arquero – Yann en este caso – es tan bueno como uno con la pelota". El semblante imperturbable de Sommer en el arco es muy tranquilizador para sus compañeros. 

Tengo un temperamento bastante tranquilo; puedo dar un paso atrás y analizar mis errores. Soy un perfeccionista.

En este sentido, se siente inspirado por otra celebridad de Basilea, su amigo Roger Federer. "Siempre miré cómo juega, cómo logra mantener la serenidad cuando está bajo mucha presión. Y sigue siendo humilde a pesar de su éxito mundial". 

El golden boy apasionado por la cocina y la guitarra 

En un sondeo realizado poco antes del Mundial de Rusia en 2018, Sommer resultó elegido como el jugador más apuesto de la selección suiza. No le huye al modelaje de tanto en tanto, como hizo para L'Homme, una revista de moda en Alemania, donde aparece con una camiseta negra ajustada y zapatos Dr. Martens. "Yann Sommer destila el encanto de los que no buscan seducir", señaló la revista. Mientras las empresas de relojes de lujo generalmente escogen actores o tenistas para sus publicidades, porque consideran que los futbolistas son demasiado populares, IWC Schaffhausen, una de las marcas suizas más exclusivas, eligió al guardameta suizo como su embajador. Esto no sorprende a Thierry Brandt, un periodista especializado: "Yann Sommer tiene una imagen elegante, tiene mucha clase, un poco como Federer. Uno no se lo puede imaginar dándole una patada a un rival en la pierna".

Fuera de la cancha, cocinar y tocar la guitarra le permiten "desconectarse, pensar en otras cosas además del fútbol". Durante mucho tiempo, el golden boy compartió sus aventuras culinarias en un exitoso blog llamado Sommerkocht, donde presentaba sus recetas favoritas, principalmente vegetarianas. Las recetas evocaban los sabores de su infancia y las vacaciones que pasaba en el sur de Francia con sus padres: "Nací en una familia gourmet. Me encantaba ir de compras a los mercados en la Provenza; los aromas, los colores, el aceite de oliva, el jamón fresco, las trufas. Pero soy un simple cocinero aficionado", dice, como siempre, con su perfil bajo. 

Treinta y dos años no es mucho para un guardameta, así que Sommer aún tiene varios años por delante. Está en la cúspide de su carrera. ¿Jugará alguna vez para un club más prestigioso? "Estoy orgulloso de mi carrera", responde. "Cuando eres joven, tienes un montón de sueños, pero no siempre es fácil hacerlos realidad. Yo lo hice".

 

Imagen de portada:  © Wikimedia Commons